Al momento de tomar la decisión de migrar a energía limpia se tiene la idea de que inmediatamente se migra del sistema eléctrico “convencional” a paneles fotovoltaicos, ya no tendrás que pagar factura de luz, lo cual no es correcto.
Dejarás de pagar energía, pero deberás continuar pagando potencia y/o los costos fijos establecidos por las empresa de distribución eléctrica de tu localidad. En este artículo te definimos mejor estos conceptos.
Energía vs. Potencia
La Energía es el acumulado mensual de la potencia que se necesita para encender cualquier dispositivo eléctrico por una hora.
Por ejemplo:
Una televisión que consume 100W, encendido por una hora durante un mes consume 200Wh en la factura eléctrica.
Este mismo televisor encendido 10 horas durante un mes consume 1000Wh en la factura eléctrica.
La Potencia es la energía que se necesita en algún período de tiempo específico ya sea para encender; algún motor, resistencia eléctrica o cualquier dispositivo eléctrico, como son: los aires acondicionados, calentadores, refrigeradores, motores industriales, entre otros.
Para un mejor entendimiento, debemos entender cómo funciona el encendido de un motor:
Los motores al encender pueden llegar a consumir hasta –6 veces– su potencia nominal; después de un tiempo, éstos se estabilizan y comienzan a consumir la potencia nominal especificada.
Por ejemplo:
Un motor de potencia nominal 5kW, después de su arranque y en funcionamiento normal consume 5kWh de energía por cada hora que dure encendido.
Este mismo motor necesitaría unos 30kW = (5kW x 6), para encender por un corto período de tiempo, hasta que se estabiliza y llega a su potencia nominal. En la factura eléctrica se ve un cobro de potencia de 30kW en este caso.
Dicho esto, las distribuidoras cobran por separado la potencia y la energía dependiendo del tipo de tarifa que tenga el cliente, esto se debe a que, aunque el consumo de energía (kWh por mes) es lo que se consume, ellos necesitan asegurarle al cliente que tengan disponibles la potencia que necesitan para encender sus dispositivos eléctricos, como por ejemplo en el caso de las industrias, almacenes refrigerados u oficinas donde tienen aires acondicionados de altas capacidades, etc.
Entonces, para recapitular; no es que desaparecen las facturas luego de migrar al sistema fotovoltaico, pero si reducirás –casi totalmente– tu factura de energía eléctrica.
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