Blog

Con el paso de los días los componentes eléctricos se van deteriorando, por esto para proteger la inversión siempre recomendamos realizar mantenimientos periódicamente. Estos mantenimientos los dividimos en dos tipos:

Preventivo

• Se realiza aproximadamente cada 3 — 6 meses de manera continua para verificar y detectar cualquier anomalía antes que esta pueda convertirse en un problema. Con esto buscamos evitar o reducir las consecuencias de las fallas de los equipos y/o del sistema fotovoltaico, consiguiendo así conservar la eficiencia óptima y mantener la vida útil del sistema.
  Las condiciones ambientales que pudieran influir en los períodos de mantenimiento incluyen: humedad, temperatura, salitre, altos niveles de viento, emisiones industriales o polvo causado por construcciones cercanas.

Por ejemplo
Los paneles sucios producen menos energía, porque el polvo disminuye la captación de rayos solares.

Correctivo

• Este se realiza esencialmente para corregir fallas en el sistema, que en un gran porcentaje de los casos surgen de manera inesperada por causas variables. *Una de las principales causas de las fallas en el sistema es la falta de mantenimiento preventivo.
  A estos casos de emergencia debemos hacerle frente lo más rapido posible para reducir los costos asociados al tiempo de inactividad o a la reducción en la generación del sistema.
  Dentro de las fallas más comunes –dejando de lado la falta de mantenimiento– están: la rotura de paneles por objetos que cayeron sobre los paneles; ej.: piedras, botellas, entre otros… y problemas eléctricos en la instalación.